miércoles, 25 de abril de 2012

"HAY UNA COSA QUE TE QUIERO DECIR": CUANDO LA CASPA SE PROPAGA

Ayer Telecirco estrenó un nuevo programa: Hay una cosa que te quiero decir o, lo que es lo mismo, la burda imitación de Hay una carta para ti, que hace años se emitió en Antena3, presentado por Isabel Gemio. Miedo me daba abordar el “acontecimiento”, porque las “promos” apuntaban maneras sobre la cantidad de caspa que presenciaríamos. Y no me equivoqué, del mismo modo que no pude terminar de verlo. Y no vayáis a pensar que con esto pretendo mofarme de las personas que han acudido a contar su historia, ni mucho menos, sino a la puesta en escena, a lo absurdo de los contenidos y su tratamiento, porque es una pena la mala utilización que hicieron de las historias. Bueno, posiblemente tampoco es que en una época donde podemos localizar a cualquiera a través de las diferentes redes sociales, es bastante complicado que alguien se pueda prestar a que un programa le busque a nadie. Y si encima el “encargo” se lo haces a la productora de “Supervivientes” o “Acorralados”, ya sabes lo que te espera.

El inicio ya de por si me echó un poco para atrás, con esa decoración del plató tan festivalera, esos arcos, esos tonos. Y ese presentador comprimido en un papel que se le iba de las manos. En vez de aflorar el insolente al que estamos acostumbrados y que borda el papel, apareció la sombra de lo que fue: el reponedor del Pryca, envuelto en caspa. Hubo un momento en que no daba crédito, con un ataque de lágrimas más falso que el papelón que le habían obligado a representar. Y por si acaso no nos habíamos dado cuenta, necesitó verbalizarlo. Repito que no daba crédito y el programa me empezó a hastiar.

Y claro, viendo que aquello iba por el segundo mensaje ¿para qué aventurarme a más? Cantaba por soleares que eso no tenía solución. Los dos asientos sin respaldos formaban parte del decorado, como ese “sobre” que se interponía entre remitente y destinatario como si de un muro inexpugnable se tratase, para regocijo nuestro, porque no se puede ser más ridículo, la verdad. Vamos a ver, señores de Telecirco: ¿Se piensan que el Luisma es tonto? ¡Ah! No, perdón, confundí al Luisma por el público… Pues eso, que parece que con un poco de atrezzo y el discursito barato de un presentador a quien la propia Casa quiere vendernos como un todoterreno, nosotros nos íbamos a dar por satisfechos. Y lo bueno de estos programas, si se puede decir que lo tengan, es lo mucho que se echa de menos a Jesús Vázquez, alguien a quien desterraron para que pudiesen surgir truños de esta factura.

Así que nada, como cada uno tiene lo que quiere, Telecinco se queda fabricando caspa, que es lo suyo.

domingo, 1 de abril de 2012

UNIVERSOS PARALELOS

Hace unos días Pepe Herrero escribió una carta que como un misil virtual-real explosionó el Telecirco. Bueno, mejor dicho en ¡Sálvame! y ahora la cadena intenta, por todos los medios, neutralizar los efectos, negando la mayor.

Lógicamente, las reacciones no se hicieron esperar y el programa donde colabora el receptor de la semillita epistolar se hizo eco de la misma. Y tuvimos que asistir al melodrama que nos quisieron vender el abanderado de la homosexualidad –Jorge Javier Vázquez- y su acólito, Kiko Hernández. No voy a negar la vergüenza ajena que sentí por este par de mentecatos, intentándonos vender la burra de la homofobia. Según en DRAE (traigo aquí la definición porque entiendo que el colaborador cateto no sabe ni lo que es), la definición de este término es la siguiente:

1. f. Aversión obsesiva hacia las personas homosexuales.

Y creo que tanto el universo virtual como el real entendimos perfectamente que en esa carta no se apreciaba esa aversión por ningún lado. Pero una parte de los que en esa cadena trabajan parece que viven en otro universo y nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Ese universo, curiosamente, es el que está en nómina de La fábrica de la Tele y así les va.

Porque la homofobia real, la palpable, la que no es invisible, se vive y se ha vivido hasta sus últimas consecuencias precisamente en ¡Salvame!, donde se despelleja por sistema a un homosexual, simplemente porque estuvo casado con uno de sus colaboradores. Si hablo de Nacho Polo, que es el ejemplo palpable de hasta que punto esta gente es capaz de llegar. Y la excusa es la solidaridad hacia un compañero ¡Manda webos! ¿Os fijásteis la noche del viernes pasado la cara que ponía el de la semillita cuando Víctor Sandoval amenazaba con contar detalles de sus experiencias sexuales? Fue repulsivo, no sólo por lo que ese esperpento es capaz de hacer por un puñado de euros -hasta qué punto se puede perder la dignidad-, sino que esto es jaleado por los colaboradores… ¡Todo sea por la audiencia! Y curiosamente, esa audiencia va bajando, día a día, ya sea en el programa diario o en el de los viernes.

Pero lo triste y lo realmente humillante para el espectador es que día a día es cada vez más consciente de hasta dónde estos que se hacen llamar profesiones de la información y que pretenden ir por la vida vendiéndonos su código de conducta y sus principios se venden por una triste silla, que es lo que realmente pasa. Porque una silla como la de Kiko Hernández no la quiere nadie que se vista por los pies. Otra cosa es que gente de la catadura moral del tipo Rafa Mora o cualquier espécimen que salga de programas como Mujeres, hombres y viceberzas hagan lo que sea por ella, por no hablar de los advenedizos de Antena3 (en este caso, personalizo en ejemplares como la de la vena o la amiga poligrafera de la Pantoja). Pero no todo el mundo es como vosotros, tertulianos de ¡Salvame!, para suerte y disfrute de los espectadores.

Por eso anoche, cuando vi la entrevista que en La Noria hacían a Pepe Herrero la de la vena, la poligrafera y el ridículo de Jimy Jiménez Arnau, no pude sino disfrutar como una enana viendo hasta que punto la desinformación hacía mella en ellos y de cómo Pepe Herrero les ponía entre las cuerdas. ¡Que triste, por favor! Por un lado, la Patiño, intentándonos convencer que ella sale a la arena a matar o a morir con la verdad por delante, ¿a esta mujer nadie le habló de la objetividad del periodismo? ¿tampoco le hablaron de la posibilidad del uso de determinados recursos estilísticos como la ironía o la metáfora para escribir? No, esta claro que no asistió a esas clases. Es más cómodo –que duda cabe- seguir la línea editorial del programa, echarse a la arena y soltar la cantidad de chorradas que no fue capaz de argumentar para ganarse el sueldo que tanto le está costando últimamente. Y la otra, que apenas podía entrar al trapo, porque no sabe, porque a ella la sacan de sus amistades y se pierde en estos mundos arrabaleros en los que se reboza últimamente. De Jiménez Arnau ni me pronuncio ¿para qué?

CARTA DE PEPE HERRERO a KIKO HERNÁNDEZ

MI QUERIDO KIKO
25-03-2012

Mi querido Kiko:


No te imaginas la alegría que me llevé cuando anoche al abrir el "Que Me Dices!" descubrí en sus páginas interiores que te habías tomado la molestia de dedicarme unas líneas. Lágrimas de emoción incontrolable afloraron en mis ojos, mi visión se enturbió mientras contemplaba extasiado todas las fotitos que rodean cual celestial marco de tu doble página.

¡Qué guapo sales ladrón!

¡qué cantidad de expresiones!

¡qué riqueza gestual!

ayyyy, ¡cómo eres cuando te lo propones bandolero!

He de decirte, sin embargo, que me llamó poderosamente la atención que alguien de tu talla, intelectual, expresara ciertas dudas sobre mi vida y mi relación con Ainhoa.

Comprendo que a un efebo del ente televisivo como tú le cueste entender lo que hace Ainhoa conmigo. Tu jamás descenderías a esos niveles carnales que al resto de los mortales nos lo explicaron en el colegio con la teoría de papá, mamá y la semillita. Máxime cuando a ti, pirata, hace tiempo que la semillita te la plantan en tu jardín trasero y te la riegan casi a diario.

Si supieras como sufro cuando día tras día oigo injustos comentarios de la gente en los que dicen que eres el ------ más grande que han visto, que.... cómo es posible que un cateto como tu salga en la tele y que.... el día menos pensado te van a arrancar esa cara de muerto que tienes.

¿Cómo puede estar tan ciega la gente ,Kiko!?

No saben valorarte mosquetero.

¿cómo es posible que no se emocionen cuando bajas la cabecita y subes los ojitos mirando a la cámara?.

¡No aprecian lo que tiene que doler depilarte las cejas para dejartelas tan monas! 

¡Es que no se dan cuenta del ser humano tan maravilloso que eres!.

¡Si hasta te preocupas por mi carrera en televisión!

¡Pues claro que no conseguí quedarme en la tele!

Para eso hay que ser tan profesional como Kiko Hernández. Si uno preguntara a cualquiera en telecinco por ti, sin duda lo primero que le dirían es que eres un profesional como la copa de un pino y a partir de ahí una interminable lista de piropos sobre tu persona.

Jooo!, ¡cómo te quieren tus compis!. Debe ser genial saber que si un día las cosas te van mal, habrá colas para ayudarte, aunque tú ,canalla, siempre has tenido colas que te ayuden eh???? ¡golosón!.

Cómo voy a estar a tu altura ladronzuelo, imposible. Es más, amigo Kiko, te voy a confesar algo, una noche, mientras miraba un dvd de tus mejores momentos en televisión, me di cuenta de lo que te echaba de menos y, en esa desesperación se me ocurrió que si me inventaba un cáncer, abría mi jardín trasero y salía llorando en algún programa, a lo mejor encontraba un hueco a tu lado, pero luego me percaté de que a ti, referencia ética de este país, eso te parecería mal y yo antes de darte un disgusto Kikito me quedo en casa poniendo hielitos a mi relación en lugar de calentarla como tu sabes, morbosillo... aunque sin pasarse con la mano picarón.

Vayan desde aquí mis mejores deseos, figura, sigue así.... de casa al trabajo y del trabajo a casa, caminando rápido y con la cabeza baja, mirando de reojo hacia atrás por los pasillos, que nunca sabes lo que puede estar esperando detrás de cada esquina. Cuida a tu jardinero que a estas alturas con tus clases de lengua ya debe hablar mejor español que italiano. Mientras tanto yo rezaré todos los días para que la sociedad no cambie y que la televisión no evolucione. Para que tú siempre estés ahí, porque no quiero ni pensar lo que podría pasarte si un día tú jardinero se va a regar otro jardín o la rueda dejara de girar. Pero no te preocupes principe, puedes estar seguro, que cuando eso ocurra, yo estaré ahí.

No hace falta que te preocupes más por mí, bribón, ignorame, no seas tonto, no soy mas que una mosca que ocasionalmente nada en la sopita de telecinco y cuando el jardinero lea seguro que me saca asqueado del plato, pero si quieres bailar, bailamos marinero..

Saluditos a ti y al jardinero.